Qué necesidad tenías de mentir?
Tenías total libertad para hacer lo que quisieras y aun así necesitabas mentir.
Ahora ya es tarde para todo, ya no puedo creerte más.
Es tu vida, eres así, no puedes evitarlo, es tu juego que siempre tiene un precio, un precio que pagas una y otra vez sin importarte nada ni nadie.
Yo me aparto, no quiero ser tu victima a sabiendas que lo he sido siempre.
Y aun así, cuando te veas sola y necesites a alguien con quien hablar, búscame allá, donde el cielo se pierde con la mar, donde el dolor se vuelve olvido, donde la ausencia se transforma en sombra.
Camina mis pasos de arena, de la roca al infinito, de lo negro a la nada, de lo nuestro hasta ti misma.
Mira entonces en la sangre de tus venas, escucha el soplo de la vida, vuélvete en busca de tu sombra, descubre, atraviesa, rompe lo negro.
Estaré allí, en ti mismo, en tu respirar, en tu latir, en las lágrimas calientes de tus ojos.
Allí donde no supiste buscar, por miedo a encontrarte, y a no hallarme.
Allí donde no supiste buscar, por miedo a encontrarte, y a no hallarme.
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