lunes, 1 de agosto de 2011

DEJAME SER LIBRE...


Lo hiciste de nuevo…
Me has complacido en otro deseo…

Ven noche y siente mis manos acariciando las tuyas, acerca tus labios a los míos...
Tócame de nuevo noche fría, embriágame con tu perfume, hasta perder la noción de mi mismo...

Envuélveme una vez más en tu oscuro manto, quiero volver a soñar, a sentir la punzada de tu daga en mi pecho como ocurre siempre...

En ti noche profunda encuentro mis anhelos, mis deseos, mis palabras perdidas en el tiempo...

Tócame con tus frías manos, esas que despiertan mis sueños, sueños rotos de amor, de pasión desenfrenada...

Sueños que pudieron ser y no fueron, que serán sin serlo, pero que una y otra vez regresan a mi ser sin poder alcanzarlos jamás por la promesa que te hice ...

Rompo el silencio de mi pacto, le grito a la noche vacía, ven, tócame hunde tu fría daga hasta el fondo de mi pecho.

Ábrelo y en él verás latir un corazón lleno de cicatrices pero que aún late fuerte, sin miedos, sin penas esperando un pronto amanecer en el que tu frío, tus tinieblas, tu manto se retiren y dejen paso al calor de tan solo un rayo de sol que ilumine, que caliente éste corazón herido...

Quiero que la suave brisa de un nuevo amanecer me toque y roce cada centímetro de mi piel...

Quiero escapar de tu manto, de tus labios, de tus manos frías como el hielo y despertar del sueño en el que me tenías sumido...

Tócame noche por última vez y deja que sea libre.
Deja que la sangre arda de pasión por mis venas...

Recompénsame por haber sido tu prisionero tanto tiempo, por haber arrastrado tus pesados grilletes, por mis sueños rotos en mil pedazos...

Noche fría, tócame por última vez...

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