Algunas
noches de luna llena, juego a solas los juegos prohibidos que tú me enseñaste,
masturbándome en honor a tu recuerdo.
Mis deseos
reclaman la ausencia de un cuerpo deseado hasta el delirio ese cuerpo que me
fascina, que me embriaga, el que me causa sorpresas, el objeto de mi deseo.
El que he
recorrido mil veces de punta a punta en mis sueños y que a pesar de eso, nunca
conocí del todo.
No un
cuerpo, sino el tuyo.
Se mueven
mis manos con voluntad propia, y el deseo aletargado quiere despertar, pero no
del todo, la mente no engaña al deseo, todo es una utopía no eres tu quien
recorre mi cuerpo, y es que no hay ninguna sensación que se compare con tan
solo el roce de tus dedos.
Me estrujo
la mente y eres tú a quien mi cuerpo evoca te pienso y muero de deseo.
Ahogo mis
gritos, me muerdo las ganas y te deseo más, me recorro entero e imagino que son
tus manos las que me tocan.
Tú eres la
que me enseño a disfrutar del dolor, y por miedo a compararte no he sido capaz
de besar otra boca.
¡Que ganas
tengo de toparme con la maestra en las artes del deseo!.
Tus palabras
me enseñaron mas de lo permitido, o modestamente lo necesario como para no
olvidarte jamás.
Como llamar
capricho o solo deseo a este cúmulo de sentimientos tan latentes si tan solo de
verte me excitas por completo, y quisiera poseerte, y gritar nuevamente contigo los
orgasmos, hacer esas cosas que solo tu
sabias..... hasta el delirio.
¿Acaso es
absurdo el soñarme caminando inevitablemente hacia tu vientre y perderme por
horas enteras en tu sexo?
Tu sexo… tan
húmedo, sentirlo tan mío aprisionado entre la astuta humedad de mi boca y hacer
diabluras con mi lengua y verte disfrutar, saboreándote para beberte toda, para
morderte toda, para ahogarme en tu delicioso jugo vaginal y volver a mirarte
larga y lentamente hasta empacharme completamente de tu presencia.
Desearía en
este momento sacarte de mis sueños diarios,y cabalgar juntos, desnudos con el
cuerpo, con el alma, y sin reparar en el tiempo sin importar el rincón, hacerlo
donde tantas noches saciamos el deseo hasta el cansancio.
Volar donde
hicimos el amor con una suavidad que devora los sentidos transformados por el
deseo, a veces perverso,como cuando
me sentía un Marqués de Sade, que sabía que disfrutaba cuando me arañabas, me
mordías, me dañabas con ternura y calmabas mis ganas.
Ir contigo
donde soñaba dentro de esas cuatro paredes que existías solo para satisfacerme.
Me volviste
adicto a tu piel, ¿cómo poder saciar el vicio que tengo por tu cuerpo?
Eres ese
amor prohibido que en mi vida me ha hecho conocer nuevos horizontes que en
ninguna otra circunstancia hubiera conocido jamás o que ni siquiera me hubiera
atrevido a explorar,
¿Tengo
prohibido desearte tanto?
¿Dime tu, si
acaso es pecado envolverte en mis sueños escribir de ti, mientras te pienso,
idealizar que te beso y que de alguna forma aunque sea con papel y pluma te
poseo?
¿Es pecado
sentir esta ansiedad que tengo por tocarte?
¿Sentir ese
deseo que se lleva muy dentro del alma y llevarlo tatuado por siempre? hasta el
delirio..
No hay comentarios:
Publicar un comentario